El hijo del notario y la campesina..

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domingo, 19 de enero de 2014

HÁBITOS, CONCENTRACIÓN Y DIVISIÓN










 
Los ciudadanos comunes y corrientes del Perú debemos recriminarnos, respecto a nuestros hábitos de lectura en busca de información. Hábitos que nos pasan factura cuando producto de la persuasiva eficacia de recurrentes titulares, emitimos despreocupados votos por el ladrón o timador de turno de nuestra política, llegadas las elecciones.

Pura ociosidad mental, cómoda indolencia.

En una inmensa mayoría, renunciamos al saludable ejercicio de cuestionar, cómo en otras sociedades con ciudadanos realmente pro-activos: qué, quién, y por qué?. Indispensable y necesario cuando se tiene en frente a la prensa nacional de nuestro país, que tanto perjuicio, voluntaria o involuntariamente, le ha causado al Perú. Corroborar lo que leemos con otras fuentes para evadir el efecto dañino de `quedarnos´ sólo en el titular, debería ser una práctica cívica de responsabilidad, que nos acerque a la verdad de los sucesos nacionales.

Parados frente a un quiosco leyendo titulares -con la ocasional compra de algún diario, sobretodo si la primera plana nos regala un adjetivo o escándalo- es una reveladora imagen del pobre, y casi exclusivo afán, con que nos informamos. Podemos también, aunque no se si agradecerle a la tecnología, repicar esa imagen con ciudadanos sentados frente a su computadora.

Los que dirigen, conducen y deciden en este país, lo saben y lo explotan. Porque de esa manera mantienen una supremacía intelectual que les permite controlarlo todo casi sin resistencia. Y donde su arma mas poderosa: los medios, es vital para mantener las cosas como están, acentuando y promoviendo la división histórica de los peruanos. De ahí el avance del grupo El Comercio, por el temor a perder lo que mucho esfuerzo, y mentiras, les ha costado.

Hasta hoy no entienden que la base de cualquier pirámide social, donde las diferencias coexistan y no excluyan,  debe tener la solidez que le permita a ésta sobrevivir y mantenerse firme ante las eventuales crisis socio-políticas. Eventualidades que a veces ellos mismos parecen empujar solo para garantizar su supervivencia. El último comunicado CONFIEP fue una vergonzosa muestra de ello.

Educación, salud, servicios y cómo no, información, avanzarán en función a esos temores e intereses. Por eso depende de nosotros los ciudadanos; mientras el debate se abre y nuestra voz es tomada en cuenta (si acaso), que tengamos lucidez al discernir sobre lo que pasa alrededor nuestro. Mientras el Poder Judicial o el Congreso deciden si nos acercamos a Ecuador o Argentina, mientras los mismos medios y sus empresarios, sueñan en consolidar sus ansias de semejanza con México y Australia, nosotros tendremos que seguir buscando la verdad, en medio de la niebla.


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